La realidad descodificada
Gracias al velo de tu persona, la divinidad descodificada se codifica como tú, viviendo esta historia de ti. La «matrix» es tu idea de ser tu persona con tu vida.
DetallesGracias al velo de tu persona, la divinidad descodificada se codifica como tú, viviendo esta historia de ti. La «matrix» es tu idea de ser tu persona con tu vida.
DetallesGracias al despertar humano que está aconteciendo en el mundo y a la masa crítica de individuos, la divinidad se torna consciente de sí siendo experiencia humana, consciente de su inconsciencia en modo incógnito, viéndose como el iceberg con gran parte de sí sumergida en las aguas.
DetallesEsta vida es la expresión de un amor incondicional perfecto, materializado bajo cada forma de vida, cada cuerpo, acontecimiento, idea o pensamiento, incluso las terribles y espantosas, todas expresiones de su amor incondicional.
DetallesEn verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos -. Jesús de Nazaret Celebrar la vida. Creer en la magia y que todo es posible. Volverse niños nuevamente descubriéndolo todo, tras recordarlo todo. Tiempo de paz, alegría y amor. Celebremos el cielo…
DetallesEl miedo sin fundamento nos convierte en prisioneros. Vivir constantemente atemorizados, es hacerlo en una cárcel mental.
DetallesLa divinidad juega a buscarse, encontrarse o ignorarse a sí misma, «escondida» en sí misma. Como en el juego de las muñecas matrioskas, la más grande contiene a otra que a su vez contiene a otra. Esta vida es como ese juego de muñecas: la divinidad replicándose a sí misma a cada momento, a todas las escalas, a su imagen y semejanza.
DetallesEste mundo parece extenderse, desde nuestra percepción corporal, hacia un espacio exterior que finalmente se nos torna imponente: un macrocosmos. También se extiende hacia un interior semejante al externo en inmensidad: el microcosmos.
Esta inmensidad que nos rodea, micro y macro, revela su secreto en la «liberación» que transforma radicalmente la visión del cosmos.
Todo es divinidad sin forma, sin espacio ni espacio. Todo es un maravilloso montaje divino. Toda nuestra historia es pura construcción ilusoria. Todas las identidades personales son interpretaciones magistrales. Todo es la mismísima divinidad en este glorioso momento, con la máscara de ti puesta, gafas incluidas quizás, leyendo estas líneas. Todo en este instante, gracias a una magnífica puesta en escena divina.
DetallesUna vez escuché que todos los humanos son portadores de un fósforo. El humano que enciende su fósforo para verse mejor a sí mismo, alumbra con su luz a los otros portadores de fósforos, que a su vez podrán prender sus fósforos para verse mejor a sí mismos.
Son personas conscientes aquellas con consciencia. Pues bien, esto es consciencia divina, hablándose a sí misma. Encendiendo fósforos. Diciéndose a sí misma ¡venga, sal de ahí, sé qué eres en realidad! Para mí, esto significa la luz expandiéndose en esta oscuridad.